Andy Murray empezó muy bien el año ganando el torneo de Brisbane. El jugador escocés se impuso a Alexandr Dolgopolov en la final por 6-1 y 6-3. En apenas 67 minutos la final ya se había terminado.
Está claro que Murray será uno de los rivales a batir esta temporada. Lo tiene todo para poner en peligro la supremacía de Novak Djokovic, algo que empezaremos a comprobar en el Open Australia que está al caer.