Novak Djokovic se lo pasó muy bien en Brasil días atrás. No solo disfrutó junto a su amigo Guga Kuerten imitándolo, también tuvo tiempo para recibir un masaje que no olvidará nunca. Duró poco, pero fue a ocho manos, así que no se puede quejar. El serbio se lo tomó con mucho sentido del humor y los aficionados y las modelos que le masajearon se lo pasaron en grande con él. Podemos decir que le gustó bastante más que el masaje que se ve en la imagen superior.