Menudo cabreo pilló Jerzy Janowicz durante el partido de la segunda ronda del Open Australia que le enfrentó al indio Somdev Devvarman. Resulta que a su rival le dieron por buena una bola que se fue claramente al pasillo de dobles. Como no hay ojo de halcón en la pista que jugó y la jueza de silla no se opuso a la decisión del juez de línea, el tenista polaco perdió la oportunidad de llevarse el primer set en el tie-break.
Gritando a lo loco
Su reacción no fue normal, por muy grave que fuera el error. Empezó a gritar como si estuviera loco y se fue a buscar a la jueza de silla para pedirle explicaciones. Se llevó un warning, perdió los nervios y acabó regalando el primer set por un tanteo de 12-10 en la muerte súbita.
Las cosas no le fueron mucho mejor en la segunda manga. Con el cabreo todavía a flor de piel cometió muchos errores no forzados y perdió por 6-3. Eso significaba que no le quedaba otra que aferrarse a una trabajada remontada para seguir vivo en el primer Grand Slam del año.
Reaccionó a tiempo y se medirá a Almagro en tercera ronda
Janowicz decidió jugarse todas las bolas desde el fondo de la pista, con mucha confianza y como si no tuviera nada que perder. Su mejor tenis empezó a florecer y en un abrir y cerrar de ojos tumbó a su rival por un marcador global de 6-7, 3-6, 6-1, 6-0 y 7-5. Cuando acabó el partido levantó los brazos como si hubiera ganado el torneo, fue a abrazar a un sorprendido Devvarman y le dio las gracias al público, testigo directo de su extraño comportamiento.
El próximo rival de Janowicz será Nicolás Almagro, que se ha impuesto a Daniel Gimeno-Traver en tres mangas.