Novak Djokovic es un tenista que pasará a la historia por sus títulos y por su sentido del humor. El serbio volvió a demostrar que lo de las imitaciones es lo suyo, esta vez colocándose una peluca para convertirse en el gran Gustavo Kuerten.
Guga no se lo podía creer. Se moría de risa mientras Djokovic caminaba hacia los recogepelotas con mucho desparpajo preparándose para sacar. ¡Vaya crack!